La solidaridad cubana frente al ébola en África impactó en la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (+ Fotos)
Euskadi-Cubari buruzko berriak

Ivana Belén Ruiz Estramil - Cubainformación - Fotografías: Carlos Fiallos, Antonia Galiot y José Manzaneda.- Este lunes 30 de mayo de 2016, en la Sala de Juntas Generales de Bizkaia, en Bilbao, bajo la organización de la Academia de Ciencias Médicas de dicha ciudad vasca y la Asociación de amistad Euskadi-Cuba, tuvimos la oportunidad de asistir a la exitosa presentación del libro “Zona Roja. La experiencia cubana del ébola”, de Enrique Ubieta Gómez, filósofo, periodista y escritor cubano que viajó junto con los cooperantes médicos de la Isla que fueron a Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry a luchar contra la epidemia de ébola que asolaba la región.

Enrique Ubieta dio, además, entrevistas a los medios vascos Radio Popular-Herri Iratia, Info 7, Radio Euskadi, Onda Vasca y el periódico Deia.

Al siguiente día, el 31 de mayo martes, repitió presentación en Bergara (Gipuzkoa), en el Palacio Irizar, en este caso promovido por los colectivos Euskadi-Cuba, Askapena y Komite Internazionalistak, los partidos locales EH Bildu y Irabazi-Ganemos Bergara, y el medio Cubainformación TV.

La gira completa por todo el Estado español es una iniciativa de la Asociación valenciana de amistad con Cuba "José Martí".

En septiembre de 2014, el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon realizó un llamado urgente a la Comunidad Internacional. Y telefoneó a cinco mandatarios mundiales, para pedirles colaboración urgente. Cuatro de ellos eran presidentes de potencias económicas (EEUU, Francia, Reino Unido y el Consejo Europeo). El quinto –algo sorprendente-, el presidente de un pequeño país del Tercer Mundo: Cuba. Esta nación fue la primera en enviar cooperantes –un total de 256, pertenecientes a la Brigada médica cubana "Henry Reeve", especializada en situaciones de desastres y epidemias-, y lo hizo en coordinación con la Directora General de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan.

El libro “Zona Roja. La experiencia cubana del ébola”, de Enrique Ubieta Gómez, recoge las experiencias de solidaridad de estas personas. Dos de ellas fallecieron durante la misión (Reinaldo Villafranca y Jorge Juan Guerra), por paludismo cerebral (no por ébola). Otra, el médico Félix Báez, contrajo ébola, pero fue curado en Ginebra y regresó a África de nuevo a culminar su misión solidaria.

En la mesa estuvieron presentes y tomaron la palabra, también, Maria Guijarro, Directora de Igualdad y Cooperación de la Diputación Foral de Bizkaia; Ricardo Franco, presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao; Enrique Hilario, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco y que habló en representación del Vicerrector del Campus de Bizkaia; y Celina Pereda, conocida activista por el derecho a la salud, expresidenta de Médicos del Mundo en el País Vasco, exdirectora de Drogodependencias del Gobierno Vasco y formada como médica en Cuba.

Previa proyección del corto documental “Cubanos, entre la vida y el ébola”, de la Televisión Cubana, Ricardo Franco, presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, hizo un extensa presentación biográfica de Enrique Ubieta, y remarcó el ejemplo que Cuba da al mundo en materia de medicina solidaria y humanista.

Tras el documental, intervino Maria Guijarro, Directora de Igualdad y Cooperación de la Diputación Foral de Bizkaia, que puso sobre la mesa la importancia de entonar el mea culpa desde los países del Norte. Pero, aunque la Comunidad Internacional, en general, reaccionó muy tarde, ahí está el ejemplo de Cuba, que lo hizo al momento y con un gran compromiso con la Humanidad.

Celina Pereda contextualizó la preparación de los médicos cubanos, tanto en lo técnico como en lo psicológico, debido a los riesgos que sabían iban a enfrentar. Y destacó que Cuba coloca la solidaridad en primera línea desde la misma formación académica de los profesionales. También ponderó la capacidad afectiva de estos profesionales en su relación con las personas que atienden, todo ello a pesar de los grandes problemas que tuvieron que enfrentar en las duras condiciones de los hospitales aislados de campaña.

Habló Enrique Hilario, decano de la Facultad de Medicina, de los problemas que enfrenta Cuba debido al bloqueo, de sus dificultades tecnológicas, y que por ello llama la atención la respuesta que da su medicina solidaria en momentos en que la Comunidad Internacional se enfrenta a graves epidemias como el ébola. Frente al ejemplo de Cuba, la sociedad occidental no ha estado a la altura, añadió.

El autor Enrique Ubieta agradeció las palabras de presentación que le precedieron y también la solidaridad de tantas miles de personas en el mundo que trabajan por que se elimine el bloqueo de EEUU, que condiciona también las posibilidades solidarias de Cuba, principalmente en el terreno técnico y material.

Destacó que, en el momento de la llamada de Ban Ki Moon al presidente Raúl Castro -y a los otro cuatro líderes mundiales-, ya había 50.000 trabajadoras y trabajadores de la salud pública cubana en 66 países del mundo. Había ya personal sanitario cubano en dos de los países africanos donde se propagó el ébola, lo que demostraba cómo su presencia en África era de largo recorrido.

Insistió en la firmeza de los médicos que ya estaban allí en la decisión personal de quedarse. Y lo contextualizó: en los primeros tres meses del ébola en África, no se sabía que era ébola lo que provocaba tantas muertes, lo que generaba inseguridad y miedo en pacientes y médicos.

Nos habló de la epidemia como un hecho social, "la enfermedad es un hecho médico -afirmó-, pero la epidemia es un hecho social". Y enfatizó, de manera crítica, que, al comienzo, los gobiernos locales y algunas ONGs trataron de romper la cadena de contagio sin contar con la cultura de aquellas sociedades, desde otras formas de entender la medicina, sin respetar costumbres o hábitos funerarios. De ahí la importancia de un abordaje holístico de la enfermedad, entendiendo el contexto en el que viven las personas.

Relató el rechazo de la sociedad de la región, que vio la intervención médica -nacional e internacional- como una injerencia extraña en sus vidas, por querer imponer normas para el control de la enfermedad, llegándose a la situación en la cual parte de la población nativa pensó que el ébola, en realidad, no existía, que era una invención para matar a las personas y comerciar después con sus órganos.

Ubieta habló del momento de estrés diario de los médicos a la hora de quitarse el traje, donde ninguna parte exterior del mismo podía tocar la piel de la persona, algo que requirió de una preparación, con un gran nivel de tensión. Pero los médicos cubanos "entraban al hospital de campaña haciendo chistes y salían haciendo chistes, como única posibilidad de sobrellevar una situación tan grave".

“Hubo una crisis humanitaria, y fue una crisis que en los primeros meses fue tremenda”, recalcó Ubieta: “17.000 muertos en tres países es una cifra alta, pero -entiendan lo que voy a decir- todos los años en África mueren 100.000 personas de paludismo, y nadie ha dicho que es una emergencia internacional. Hay una razón -y me apena decirlo-, y es que el paludismo no nos afecta, (…) el mundo occidental solo establece como emergencia lo que afecta a su población”.

Nos recordó Ubieta que en Cuba, al triunfo de la Revolución, había 6.000 médicos, y de ellos se fueron 3.000. Con algunas de estas personas se formaron las primeras brigadas de solidaridad médica para Argelia. Hoy hay en Cuba 85.000 médicos y médicas, y tiene la Isla el per cápita más alto del mundo, lo que permite una colaboración internacional que no afecta la salud interna de la población, con unos indicadores en salud muy altos.

"¿Por qué se hace ese tipo de solidaridad? La solidaridad es el corazón de nuestro modelo social, y nuestro ideal no puede construirse solo hacia el interior, hay que hacerlo también hacia el exterior". ¿Y qué da a los médicos cubanos?: “Regresan siendo mejores personas, se reciclan en los valores de la solidaridad... y de la Revolución".

“La solidaridad es el principio que nos ha hecho ser cubanos”, sentenció finalmente Enrique Ubieta.

Imágenes de la presentación en Bilbao

Presentación en Bergara

En Radio Euskadi

En Onda Vasca

Imágenes de la presentación en Bilbao

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