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José Manzaneda, coordinador de Cubainformación - Fotografías: Eduardo Camino y Carlos Fiallos - Revista Pueblos.- Los grandes medios de comunicación disparan, cada día, una completa batería de medias verdades ymitos informativos que, por repetición, han conseguido grabar en la opinión pública internacional una imagen de Cuba sesgada y estereotipada.
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El único país de América Latina sin desnutrición infantil severa (según UNICEF) es un ejemplo de “fracaso económico”. De la nación que más invierte en educación del mundo (según datos de la UNESCO y el Banco Mundial) apenas conocemos su literatura o sus intelectuales, pero sí a iletrados convertidos en “disidentes políticos”. Acerca de una isla que ha conseguido (sin una ley de cuotas) la paridad entre hombres y mujeres en su Parlamento nacional, nos llega una imagen estereotipada y degradante de sus mujeres, creada por la misma prensa que en Europa (curiosamente) vive del lucrativo negocio de la publicidad de la explotación sexual.
Si levantamos la gigantesca lupa mediática aplicada sobre Cuba, posada siempre sobre sus contradicciones, podemos encontrar un país mucho más real: un pequeño archipiélago en el Sur del mundo que, mientras lucha por mantener sus incontestables logros sociales, trata de librarse de los corsés burocráticos en su economía, transformar para hacer más incómodos y críticos sus medios de comunicación, vencer los diferentes reductos de intolerancia en forma de homofobia, racismo o machismo, normalizar y despolitizar para siempre el fenómeno de la emigración y multiplicar sus formas de participación ciudadana, muchas de ellas (por cierto) desconocidas en nuestras “democráticas” sociedades del Primer Mundo.
Cuba es un país que hoy, además, saborea la victoria de su resistencia tras 55 años de bloqueo económico de EEUU. Y lo hace atento a los nuevos métodos de injerencia desde la Casa Blanca, que cambia de estrategia pero no de fin, tras reconocer el “fracaso” histórico del intento de matar por hambre a todo un pueblo.
Cuba hoy vive un proceso crucial (y no totalmente definido) de transformaciones internas en su economía y en su modelo socio-político. Y, a la vez, está jugando una extraordinariamente compleja partida de ajedrez internacional, en la que las reglas de juego han cambiado, casi de la noche a la mañana. Aunque de momento, va ganando, sin duda, la partida.
Decenas de jóvenes se forman en el Ballet Lizt Alfonso de La Habana, coreógrafa cubana y embajadora cultural de UNICEF. Fotografía: Eduardo Camino.
El fútbol es el deporte que mayor auge experimenta en Cuba, aunque el béisbol sigue siendo el “deporte rey”. Fotografía: Eduardo Camino.
Según datos de la UNESCO y del Banco Mundial, Cuba es el país que mayor porcentaje del PI B invierte en educación: el 12,9 por ciento. Fotografía: Eduardo Camino.
Es muy común ver en las calles de Cuba a personas mayores realizando ejercicio al aire libre y actividades como el taichi, asistidas por profesionales deportivos. Fotografía: Eduardo Camino.
A pesar de sus logros sociales, y de haber superado los peores momentos del Período Especial, las carencias materiales (como en el transporte) siguen siendo importantes. Fotografía: Eduardo Camino.
Típico bohío, casa tradicional del campesinado cubano que aún se mantiene en numerosas zonas de la Isla. Fotografía: Eduardo Camino.
El proceso de rehabilitación de La Habana Vieja, financiado con los ingresos de hoteles y restaurantes de la zona, y con una alta participación comunitaria. Fotografía: Eduardo Camino.
Médica cubana en Bolivia. Cuba tiene 50.000 cooperantes (la mitad personal sanitario) en 66 países del llamado “Tercer Mundo”. Fotografía: Carlos Fiallos.
Médica cubana en Bolivia. Cuba tiene 50.000 cooperantes (la mitad personal sanitario) en 66 países del llamado “Tercer Mundo”. Fotografía: Carlos Fiallos. |
