Patricia Moncada vino a Cuba por el amor que alimentó su pueblo vasco
Noticias de Euskadi-Cuba

Arnaldo Vargas Castro, periodista de Holguín (Cuba).- Menudita de cuerpo, grande de corazón, y de profundas convicciones, es Patricia Moncada Portugal, socióloga de profesión y representante de la asociación de solidaridad Euskadi-Cuba, que participa en proyectos de cooperación a favor de las estrategias de desarrollo local en las orientales provincias de Granma, Guantánamo y Holguín.

Para conocer de su amor por Cuba, bastó el intercambio con esta inquieta mujer de verbo fluido, durante uno de sus acostumbrados contactos con la base productiva. En esta ocasión nos dirigimos a la Unidad Básica de Producción Cooperativa (Ubpc) Carlos Noris, del municipio Rafael Freyre (al Norte de Holguín) donde se hicieron precisiones sobre un proyecto conjunto con la Asociación Cubana de Producción Animal (Acpa), que dotará a esa entidad ganadera de tres sistemas de riego y otras instalaciones.

“Esta inversión, una vez recibida la donación de fondos, contribuirá al fortalecimiento económico de la entidad, mediante el incremento de vacunos en ceba, la crianza de ganado menor, y la creación de un vivero para fomentar la forestación de todas las áreas, ya que el micro sistema es muy frágil y hay que crear las posturas para dichas plantaciones. También hay que sensibilizar a la comunidad en la protección medio ambiental, y se abrirán nuevas oportunidades de empleo para la mujer rural”.

El amor de Patricia por Cuba no fue a primera vista. Confiesa que de pequeña, “este país, este pueblo, me resultaron muy cercanos, y supe que era una isla de referencia en la lucha por su libertad y en la defensa de su revolución socialista. Una vez aquí, me he convencido mucho más de que constituye una esperanza de vida para muchos pueblos. Aunque llevo algún tiempo lejos de mi familia, estoy contenta, tranquila y hasta un poco feliz, porque aquí hay mucha amistad y mucha tranquilidad. Cuba es un lugar seguro”.

En un área de vacunos en el que se ha ensañado la sequía, Patricia me explicó que Euskadi-Cuba busca respuesta, apoya en la solución de esos problemas en busca del mejoramiento ambiental y el rescate de la base productiva.

Hace 25 años comenzamos a trabajar en poyo a la Revolución Cubana, desde Europa, mediante proyectos de cooperación que beneficiaran las estrategias de desarrollo del país, buscando fondos de financiamiento con instituciones vascas, como son las diferentes diputaciones del gobierno vasco, que sacan todos los años convocatorias, cuyos fondos nosotros aprovechamos para poder ayudar Cuba”.

Según esta solidaria mujer, Cuba es un país priorizado por el Gobierno vasco y entre los proyectos de cooperación figuró la reconversión azucarera, que en los municipios de Guantánamo inició en el año 2006.

“En Holguín hemos trabajado desde el año anterior y en 2007 inició un proyecto en el pequeño municipio de Cacocum, para paliar los efectos de la sequía. También se benefició ese propio territorio con la instalación de biodigestores, así como mini industrias para producir vinagre, conservas de frutas y hortalizas, una pequeña fabrica de hielo y de helados”.

El apoyo del país vasco a Cuba tiene a los socialistas como abanderados y desde el año 2006 fue creada una página Web para difundir la verdad que otros medios silencian o tergiversan. “También contamos para tales fines, con un periódico trimestral y un programa semanal de radio”.

Patricia agradece la hospitalidad con que ha sido tratada en esta tierra de Martí y Fidel, “pueblo de tanta gente buena, revolucionaria y solidaria, donde me relaciono muy bien con el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap), la agricultura, la Asociación Cubana de Producción Animal (Acpa), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap), la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf), e incluso, con las Universidades”.

Los resultados se aprecian y enorgullecen a Patricia Moncada Portugal, quien confiesa que se llevará a Cuba en el corazón cuando concluya su misión aquí; y aseguró que su familia también se siente feliz de que ella trabaje en un país tan querido y cercano al vasco, por la historia, las costumbres, tradiciones y los gestos de solidaridad.

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