Ivana Belén Ruiz - Fotos: Carlos Fiallos - Video: Ana Gil - Cubainformación.- La sala, para más de cien personas, se queda pequeña para albergar a todas las personas que asisten a la charla a cargo de Agustín Otxotorena que tuvo lugar en Rekalde el pasado 21 de marzo a las 19.30H. Empieza la charla contándonos los motivos por los cuales Willy Toledo no ha podido participar, quien es víctima de una persecución ideológica, dado como resultado la imposibilidad de poder participar hoy en la charla.

Se trata de una charla que busca hablar de Venezuela más allá de la imagen que intentan proyectar los medios de comunicación. Las guerras ya no son como antes, antes mandaban los soldados y luego los medios, pero ahora es al revés, primero van los medios de comunicación y después se envían a los soldados.

Desde los medios de comunicación se construyen noticias falsas que buscan legitimar una intervención militar. Nos habla así de la situación que se buscaba generar tras el sabotaje eléctrico. La oposición busca cualquier tipo de justificación, los muertos, el sufrimiento, con tal de promover una intervención estadounidense.

Tras ser traicionado Bolívar, la oligarquía venezolana siguió oprimiendo al pueblo venezolano, para comprender más el proceso vivido tras la independencia, nos recomienda dos obras “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano, “Venezuela violenta” de Orlando Araujo. Se construyó un país de dos velocidades, una oligarquía que vivía en condiciones de opulencia, sustentada en la opresión, donde incluso existía la Ley de Vagos y Maliantes (una ley que exigía un justificante para acceder a determinadas zonas de la ciudad).

Personas que no existían para la administración, no eran ciudadanos del país, no estaban identificados con lo cual no podías hacer ninguna tramitación, no podían votar, no podían acceder a estudios, a ciertos trabajos, no eran ciudadanos de su propio país. Los acordes de “qué triste se oye la lluvia en los techos de cartón…” de Alí Primera llegamos a la realidad venezolana antes de la Revolución Bolivariana.

La Revolución Bolivariana “cambió la cara al país”, hizo visible a un montón de población que no era identificada ni siquiera como venezolana, donde los servicios básicos están garantizados. La injerencia busca acabar con la revolución, pero sobre todo con los triunfos de su pueblo, por eso hemos de decir:

¡No a la injerencia!

¡Gora Venezuela!

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