Cooperación de Euskadi-Cuba contra el bloqueo: fábricas de conservas y vinagre en un antiguo central de Cacocum (Holguín) Inprimatu
Euskadi-Cubari buruzko berriak
2017/04/07

Patricia Moncada* - Euskadi-Cuba / Konpai.- El proyecto “Capacitación, asistencia técnica en Desarrollo Local. Apoyo a la reconversión en el CAI Maceo (Fase II), Municipio Cacocum” ejecutado por la Empresa Agropecuaria Antonio Maceo y Euskadi-Cuba, apoya los esfuerzos del Estado cubano en los planes de desarrollo económico local en el marco de las nuevas políticas socioeconómicas del país.

La Empresa Agropecuaria Antonio Maceo, ubicada en el municipio Cacocum, en la provincia oriental de Holguín, se creó en el proceso de reconversión de la industria azucarera cubana. Industria fundamental para la economía nacional en todo el siglo XX, por diferentes factores, como el esquema de intercambio con la URSS a precios justos, el bloqueo de EEUU, el descenso de los precios internacionales de venta y una industria de procesamiento muy obsoleta con grandes costos de producción, se hizo imposible seguir produciendo azúcar a los niveles previos a los años 90.

En 2000 se inició el proceso de reestructuración de la industria azucarera. En 2001 el Estado decide el cierre de 71 de los 156 centrales azucareros agroindustriales (CAI), y en 2002 pasa a 86 la cifra de CAIs cerrados. Progresivamente se cierran aún más centrales. Hoy en día Cuba tan solo posee 54 CAI.

La aceptación de la nueva realidad por la población local no ha sido una tarea fácil, ya que el componente cultural que engloba a la producción de caña, de forma histórica, supone algo más que un trabajo, es una identidad. La falta de aceptación inicial del proceso de reconversión fue una de las grandes trabas para sacar adelante nuevas formas de desarrollo económico. Otras han sido las constantes sequías o la salinización de aguas producto del cultivo de la caña de forma extensiva durante tantos años.

En este contexto se fijó entre el MINVEC (hoy MINCEX, ministerio encargado de la cooperación internacional) y el Gobierno Vasco la llamada “Estrategia vasca de cooperación con Cuba”, que priorizó el apoyo a proyectos en zonas de reconversión azucarera del oriente del país, en consonancia con el reto de garantizar la soberanía alimentaria y la sustitución de importaciones, en el contexto del bloqueo estadounidense.

Este proyecto, ya finalizado, ha apoyado a la Empresa Agropecuaria Antonio Maceo, en el objetivo de cumplir con los Programas de desarrollo agrario municipal, que abogan por el autoabastecimiento municipal, a través del fomento de la agricultura ecológica. Esta es la segunda fase de una primera apoyada por otra entidad vasca, el Instituto Hegoa. Y sus acciones principales son la donación de una fábrica de vinagre y una fábrica de conservas de frutas y vegetales, así como las capacitaciones realizadas para nuevas iniciativas de negocios agropecuarios, gestión y planificación económica y sensibilización en equidad de género.

Para la creación de las fábricas conserveras se aprovecharon las antiguas infraestructuras del central azucarero, convirtiéndolas en infraestructuras procesadoras de alimentos para el consumo de la población del municipio. Estas han supuesto generación de empleo, ingresos importantes para la empresa y sus trabajadores y aportan a la población local nuevas ofertas de productos de calidad. Cabe resaltar que es misión de la empresa, como empresa estatal socialista, asegurar sus producciones a los centros educativos, policlínicos, casa de abuelos y centros polideportivos del municipio.

La tecnología de la fábrica de vinagre es única en el país, tuvo que ser importada desde Italia donde se adaptó a las necesidades concretas de la empresa. Debido al bloqueo económico impuesto por EEUU fue necesario prescindir de tecnología este país, lo que encareció significativamente la compra. La fábrica produce 400 litros de vinagre al día a partir del guarapo (jugo de la caña de azúcar). La tradición en el cultivo de caña asegura la materia prima y se consigue dar una salida a los cultivos que posee el territorio.

El vinagre, además de para la venta a la población, sirve para la elaboración de vegetales encurtidos que se procesan en la fábrica de conservas de frutas y vegetales, también nacida del proyecto. Esta fábrica alterna la producción en función de los tiempos de sobreproducción de los cultivos: en una época se elabora mermelada de mango, en otra de fruta bomba (papaya), también puré de tomate, y encurtidos de pimiento, col, cebolla, etc.

El proyecto además de dotar de infraestructura productiva, llevó a cabo una serie de talleres para fortalecer las capacidades de emprendedores y emprendedoras del municipio en desarrollo económico local. La meta: generar iniciativas locales que contribuyan a la producción y comercialización agropecuaria, incidiendo especialmente en crear condiciones adecuadas para una mayor participación de las mujeres, lo que llevó a la creación de 8 proyectos sobre producción porcina, producción ovina, conservación del medio ambiente, producción de frijol y semillas, frutales, agricultura urbana, etc. Dichos proyectos son apoyados a través de créditos bancarios en el marco del programa nacional ganadero y de granos que cuenta con la colaboración de Brasil y China.

El Estado cubano mantiene ciclos de capacitación permanentes que son impartidos por la Escuela de Capacitación del Ministerio de la Agricultura. De hecho, ya antes de llevarse a cabo el desmantelamiento del central, el Estado comenzó a formar a la plantilla en producción pecuaria, con miras a una nueva inserción laboral.

Se trabajó en el ámbito productivo y comunitario la equidad de género mediante talleres participativos de sensibilización, que se apoyaron en acciones específicas para fomentar la participación social e inserción laboral de las mujeres. Una actividad de gran impacto dentro del proyecto fue el apoyo al círculo infantil de la comunidad. Los círculos infantiles (guarderías) fueron creados en 1961 por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y atienden a niñas y niños de 1 a 6 años. El proyecto aportó el equipamiento para la instalación y el Estado cubano asumió la parte constructiva, tanto en materiales como en mano de obra para la ampliación del círculo. El trabajo voluntario realizado por madres y padres, educadoras y otras personas que trabajan en el círculo, y por la comunidad, fue esencial para la obra. Hoy, gracias a su esfuerzo, han podido incorporarse 20 niñas y niños más, cuyas madres trabajan en la empresa agropecuaria.

Este proyecto de apoyo al desarrollo económico municipal de Cacocum aúna los esfuerzos de trabajadores y trabajadoras de la Empresa Agropecuaria Antonio Maceo, de las instituciones y gobierno local, y de la militancia de Euskadi-Cuba, con el apoyo de los fondos de cooperación del Gobierno vasco. Con un solo objetivo: plantar cara a un bloqueo criminal, impuesto por el imperialismo norteamericano, a este país que hoy, como en las últimas seis décadas, quiere seguir siendo libre y soberano.

* Patricia Moncada es la cooperante y representante en la Isla de la asociación vasca de amistad Euskadi-Cuba.


Comparte este artículo